Qué ver en Panamá

Islas San Blas

Las islas de San Blas están compuestas por 365 islas y cayos, de las cuales solo 49 están habitadas, lo que garantiza que un viaje a San Blas ofrece una experiencia auténtica a lo "Robinson Crusoe" a los viajeros que sueñan con explorar su propia isla deshabitada.

Este archipiélago situado en la costa norte de Panamá es un lugar asombrosamente puro, donde se mantiene inalterada su belleza original. Es el lugar perfecto para nadar en las aguas cristalinas entre los peces tropicales, hacer snorkel en los arrecifes de coral y simplemente relajarse en la playa, escuchando el chapoteo del agua en la orilla y el golpe esporádico de cocos que caen de las numerosas palmeras.

Si imaginas una isla paradisíaca, las islas de San Blas son verdaderamente la manifestación de la vida real de esa imagen de fantasía. Unas vacaciones en las islas de San Blas son un escape al paraíso, un mundo alejado de nuestras ocupadas vidas rutinarias.

Las islas de San Blas también conocidas localmente como Guna Yala, son el hogar de los indígenas Guna, de los cuales 50.000 habitan en las islas. Después de muchos años de cambios forzados en esta comunidad, que amenazan su estilo de vida y tradiciones, ahora están protegidos y son en gran parte autónomos, se les deja vivir sus vidas como siempre lo han hecho en este archipiélago paradisíaco.

La gente Guna permite a los visitantes explorar las islas y les venden sus productos como la ropa icónica con diseños coloridos.

Hay solo unas pocas opciones de alojamiento en las pequeñas islas que forman el archipiélago, y la capital, El Porvenir, es el hogar de una pista de aterrizaje de aviones, un hotel, un museo y edificios gubernamentales. En casi todas las islas, la mayoría de los hogares no tienen electricidad, y aunque algunas de las islas más grandes tienen generadores, estos a menudo se apagan después del anochecer. Los isleños de San Blas tienen una economía basada en la pesca, la cosecha de cocos, de los cuales hay abundancia, y la bienvenida a los turistas en las excursiones de isla en isla por el archipiélago. También cobran tarifas a los barcos que han atracado en su territorio. Gran parte de este dinero se destina a la creación de infraestructura en la región, como escuelas y hospitales.

A pesar de la falta de comodidades modernas, los habitantes de las islas de San Blas se consideran algunas de las personas más felices del mundo y llevan una vida sencilla en el paisaje más hermoso del mundo. Solo aquí puedes retroceder en el tiempo y sentir que eres la primera persona en pisar las diminutas islas vírgenes. La vida marina, como los tiburones, las estrellas de mar, los delfines, las medusas y los peces voladores, se puede observar durante todo el año.

En un viaje a las islas de San Blas tienes la oportunidad de acercarte a la naturaleza y, al mismo tiempo, dejar de lado tus preocupaciones y relajarte en la simplicidad de un destino tan perfecto.