Escocia es el más septentrional de los 4 países constituyentes del Reino Unido. Junto con Inglaterra y Gales, forma parte de la isla de Gran Bretaña, abarcando un tercio de su superficie total; además consta de más de 790 islas. Limita al norte y oeste con el océano Atlántico; al este con el mar del Norte, al sur con Inglaterra y al suroeste con el canal del Norte y el mar de Irlanda. El territorio escocés abarca 78 772 km², y su población se estimaba en 5 463 300 habitantes en 2019, lo que da una densidad de población de 67,5 habitantes por km². La capital es Edimburgo, mientras que Glasgow es la ciudad más grande y su área metropolitana concentra un 40% del total de la población escocesa.
Escocia toma su nombre de «Scotus», término latino que significa «irlandés» (la forma plural es «Scoti», «irlandeses»). Esto hace referencia a los colonizadores gaélicos de Irlanda, país que los romanos inicialmente llamaron «Scotia» Los irlandeses que colonizaron la actual Escocia eran conocidos como «Scoti». Los romanos de la Alta Edad Media utilizaban el nombre «Caledonia» para referirse a la actual Escocia.
Tierra llena de leyendas y paisajes de impresionantes contrastes. Es reconocida por sus hombres vestido con kilt, gaitas, antiguos castillos, playas salvajes, profundos lochs, destilerías de whisky, bosques frondosos, ciudades bulliciosas y prados de increíble color verde