Qué ver en Namibia

Windhoek

Situada en el centro del país, Windhoek es la capital de Namibia y tiene una población de 280000 habitantes. En su ordenado trazado cuadriculado se combina la estética alemana con el ambiente africano y el legado centroeuropeo se fusiona con el corazón de África haciéndose eco de sus variadas tradiciones y estilos de vida.

El 90 por ciento de la población es cristiana, de ahí que la iglesia luterana de Cristo, sea el edificio más simbólico de la ciudad. Su estilo neorrománico y sus depurados elementos modernistas, le otorgan una coqueta y fina apariencia, al igual que a su hermana, la Catedral de Santa María, que se encuentra flanqueada por dos torres. En frente de la primera está el Reiterdenkmal o "monumento al caballero", que es una gran estatua ecuestre de granito que representa a un caballero alemán de la época colonial. Al lado están los bellos jardines del Parlamento y más allá se alza el propio Parlamento, conocido como el Palacio de la Tinta.

El Alte Feste es es el edificio más antiguo de la ciudad. Este fuerte fue construido por los alemanes alrededor de 1890 para albergar a las tropas militares coloniales. Hoy en día el forma parte del Museo Nacional de Namibia, muy recomendable.

La vía principal, la Avenida de la Independencia, atraviesa toda la ciudad. En ella se encuentra el Post Street Mall, un moderno centro comercial con tiendas de todo tipo y a la salida los vendedores africanos ambulantes ofrecen sus joyas y elaboradas artesanías como máscaras tribales en sus plagados puestos. En esta gran arteria también se sitúa el Zoo Park, un lugar de encuentro para las familias que quieren disfrutar de un entorno tranquilo.

Katutura significa en Herero “el sitio en que no puede vivir nadie” y es el barrio al que se desplazó a la población negra durante el apartheid en la década de los 50. Es el lugar más africano y también el más genuino y animado. Es la vida, el color y el alma de Windhoek. Los negocios son variados, desde mercados de carne o peluquerías donde embellecen el cabello con trenzas imposibles hasta tiendas de artesanos.

Las delicias locales se pueden saborear en los múltiples restaurantes de la ciudad, tales como las carnes exóticas de kudú, springbok, oryx o avestruz servidos con cerveza elaborada respetando la ley de la pureza o “Reinheitsgebot” alemana, que data del siglo 16 y establecía solo tres ingredientes: agua, cebada y lúpulo.

No se debe concebir Windhoek como un lugar de paso hacia los lugares más apreciados del país. Visitar la capital de Namibia es un grato descubrimiento. Su entorno limpio, el ritmo relajado, la amabilidad de sus gentes y el ambiente multiétnico la hace única.