La campiña inglesa le ha dado al país el apodo de "tierra verde y agradable", y es cierto que las zonas rurales de Inglaterra son un refugio de idílicos campos ondulados y encantadores pueblos rurales. Por otro lado, también alberga ciudades innovadoras y centros industriales con grandes extensiones urbanas en contraste con pintorescos pueblos históricos. Por tanto, acoge una gran variedad de paisajes naturales, como costas escarpadas, colinas, praderas y corrientes de agua, además de distintos entornos urbanos, desde los modernos hasta los medievales. La capital, Londres, es una metrópolis global, conocida por su herencia real y arquitectura majestuosa.
Inglaterra forma parte del Reino Unido, junto con Gales, Escocia e Irlanda del Norte y es uno de los destinos más populares de Europa. Si viajas a Inglaterra tendrás la oportunidad de seguir los pasos de verdaderos iconos culturales, como Shakespeare, Los Beatles o el infame rey Enrique VIII. Mientras que los centros urbanos de Manchester, Leeds, Birmingham y Bristol ocupan un lugar destacado, si te aventuras fuera de los caminos más convencionales, encontrarás encantadoras ciudades costeras, espectaculares parques nacionales y lugares de gran carga histórica repartidos por todo este pequeño país. Inglaterra está llena de lugares de interés y tesoros culturales. Desde círculos de piedra milenarios hasta vastas casas señoriales, a cada paso, revela su compleja y fascinante historia isleña. Con algunos de los mejores museos y galerías del mundo, una cocina nacional diversa y deliciosa y una red de transporte bien conectada, es un pequeño país con una gran personalidad.
Historia de Inglaterra
La historia temprana del país se caracteriza por las invasiones y las conquistas. El monumento megalítico de Stonehenge, que posee entre 5000 y 4000 años de antigüedad, es el lugar más famoso, y por ello, su visita es obligada si haces un viaje a Inglaterra. Los celtas fueron una de las primeras sociedades conocidas que se asentaron, pero alrededor del año 43 d. C., los romanos asediaron el país con éxito, incorporándolo a su Imperio. Las reliquias de esta época, como la ciudad romana de Bath, Cirencester, el Muro de Adriano y el Palacio Romano de Fishbourne, son joyas históricas fascinantes que hay que ver en un recorrido. Con la caída del Imperio Romano en el siglo V, Inglaterra fue colonizada por marineros sajones, aunque las comunidades celta y romana continuaron floreciendo, particularmente en la parte norte del país. Entre los siglos IX y XI, la isla fue objeto de una serie de invasiones sorpresa de los vikingos de Escandinavia, y si visitas la ciudad de York, podrás rastrear este período turbulento en la historia. Finalmente, en 1066, la conquista normanda marcó el final de las invasiones y condujo a la firma de la legendaria Carta Magna que garantizaba los derechos de todos los hombres libres.
El período Tudor, con sus notorios monarcas y espantosos conflictos religiosos, también vio la llegada de la cultura renacentista. Los edificios históricos como el Castillo de Hever, la Torre de Londres, el Palacio de Hampton Court o el Castillo de Leeds, son legados increíbles de esa época. La monarquía continuó siendo la fuerza más poderosa del país hasta la Guerra Civil Inglesa del siglo XVII, que resultó en la creación de la Declaración de Derechos en 1689, transfiriendo el poder al Parlamento. Visitar las Casas del Parlamento en Westminster ofrece una visión fascinante de la historia de la democracia.
El siglo XVIII, el surgimiento de la Revolución Industrial cambió drásticamente la sociedad en Inglaterra y se extendió por todo el mundo. Los centros industriales como Manchester crecieron en importancia durante este período. Si bien el siglo XX incluyó dos guerras mundiales, también vio la revolución cultural de los "Swinging 60s" y el surgimiento de músicos ingleses de fama mundial como Los Beatles y los Rolling Stone. ¡Un viaje por Carnaby Street en Londres te hará volver a estos días embriagadores!
Naturaleza en Inglaterra
Aunque Inglaterra es conocida por su clima impredecible, no todo es cielo gris y lluvia. El clima es templado, con inviernos frescos y veranos moderadamente cálidos, y llueve todo el año, así que asegúrate de llevar un paraguas si viajas a Inglaterra. Lo bueno es que el agua crea su hermoso paisaje, inundado de vegetación, flores silvestres y vida salvaje. Si te alejas de las grandes ciudades, serás recompensado con los encantos pacíficos del campo y la oportunidad de ponerte en contacto con la Inglaterra que inspiró a poetas como William Wordsworth y Robert Browning y pintores como John Constable y Turner.
Con una costa de casi 32200 km y 10 parques nacionales, tiene muchas maravillas naturales para explorar. El Distrito de los Lagos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga algunos de los paisajes más espectaculares y característicos. Desde las tranquilas aguas del lago Windermere hasta el imponente pico de Scafell Pike, se trata de una tierra de gran belleza natural.
Si quieres playas idílicas y calas de arena, no hay nada mejor que las costas de Devon y Cornualles, el destino de verano más popular del país. Incluso podrías confundir estas hermosas playas con el Mediterráneo cuando brilla el sol. Destacar que el surf es particularmente popular en estas partes del país.
Para ver la campiña inglesa por excelencia, esa que está en tu imaginación, debes ir al condado de Kent, conocido como el "Jardín de Inglaterra". Vergeles de flores bien cuidados, prados ondulantes y tierras de cultivo crean un escenario pintoresco ideal para hacer caminatas o picnics, mientras que la costa de Kent es conocida por los llamativos acantilados blancos de Dover y las playas de piedras.
Hablando de vida silvestre, encontrarás una gran cantidad de especies de aves y animales si sabes dónde buscar. Varios parques de ciervos se encuentran dispersos por todo el país, y el campo en general es un paraíso para los observadores de aves. Incluso en las áreas urbanas más desarrolladas, los espacios verdes abundan, ¡solo en Londres hay alrededor de 3000 parques públicos!
Cultura en Inglaterra
¿Qué sería de unas vacaciones en Inglaterra sin una noche en un acogedor pub del viejo mundo o sin el delicioso té de la tarde? El país es conocido por sus tradiciones sociales y gastronómicas, ya sea disfrutar de una pinta con los amigos o de una tradicional cena de asado los domingos con la familia. A pesar de esto, la cultura inglesa está en constante evolución, producto de su población diversa. Es probable que encuentres una tienda de pescado y patatas fritas en una calle principal como un restaurante indio o una panadería francesa. Esta es la esencia de la cultura inglesa moderna, una mezcla heterogénea de influencias de todo el mundo, en parte producto del tiempo del Imperio Británico.
Lo cultural, en todas sus formas, es muy valorado. Solo hay que echar un vistazo a los increíbles museos, las innumerables galerías de arte y el patrimonio tan bien conservado que se encuentra en toda Inglaterra. Desde el Museo Británico de renombre mundial en la capital, hogar de algunos de los tesoros históricos más preciados del mundo, hasta el Cavern Club en Liverpool, un lugar de peregrinaje para los amantes de la música, los ingleses celebran y preservan su herencia cultural con orgullo y pasión.
También posee unas ricas tradiciones folclóricas, con personajes como Robin Hood y el Rey Arturo que ocupan un lugar destacado en la imaginación popular. Hoy en día, Inglaterra es conocida por su música, literatura, artes y cine, y donde quiera que vivas en el mundo, es probable que estés familiarizado con alguno de sus músicos, artistas o escritores.
